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Entrevistas MUDE 2. Oskar Santamaria.

Segunda entrevista de la serie, y tenemos el placer de conocer la experiencia de Oskar Santamaria, «Strategy Lead» en DOT, y ex-alumno de la primera promoción de MUDE.

¿Dónde estas trabajando?

Soy Socio trabajador de DOT y Profesor de Food&Design en el 4º Curso del Basque Culinary Center.

¿Cuál es la actividad de tu empresa?

En DOT invitamos a las empresas a la nueva era. Entendemos que el mundo está transformándose, están surgiendo nuevos modelos de negocio, nuevas necesidades y aspiraciones para entender esta nueva realidad, y consideramos que el diseño ocupa un lugar central en las empresas. En DOT trabajamos a través de una metodología propia en la que el diseño organizativo, la estrategia y el diseño de productos y servicios están interrelacionados para transformar las empresas y prepararlas para el futuro.

¿Qué trabajo / retos / tareas / responsabilidades tienes?

Como «Strategy Lead» ayudo a las empresas en la gestión de sus procesos de innovación y el desarrollo de sus portfolios, la gestión en el posicionamiento de productos y servicios en el mercado, la identificación de tendencias de consumo, el diseño de experiencias de consumidor, el diseño formal de productos o la construcción de marcas.

Cada proyecto es un mundo y eso hace que tenga que aprender de diferentes temas. Si que es verdad que me atrae especialmente el sector gastronómico, porque es un mundo donde ya se dan por asumidas actividades como el diseño de servicios y la definición de la experiencia de consumidor. Además abarca varias dimensiones como la industria, con la creación de nuevos productos para el retail, la vanguardia, creando nuevas experiencias gastronómicas, y la gestión, que permite trabajar la parte estratégica de nuevos modelos de negocio en torno al food.

¿Qué importancia te parece que tiene el diseño en vuestra empresa?

Creemos que el futuro de las empresas pasa por ganar agilidad para adaptarse a un entorno cambiante. Todos percibimos como constantemente se crean nuevas generaciones de consumidores con diferentes expectativas y aspiraciones, que abren vías de nuevos mercados y dejan otros obsoletos. Por eso el diseño es la herramienta con la que detectar esos cambios, ganar agilidad para desarrollar nuevas estrategias y generar propuestas de valor innovadoras. Sin embargo, el diseño cobra aun más sentido cuando se mezcla con otras disciplinas. Históricamente se ha caído en el error de la unidisciplinaridad como valor, pero tenemos una realidad interconectada, por eso en DOT cuidamos mucho la colaboración con diferentes perfiles en la empresa y en los proyectos.

¿Cómo te ha ayudado lo aprendido en MUDE (el máster) en tu trabajo?

Yo ya trabajaba como Diseñador Industrial antes de comenzar el máster, y aunque me costó mucho esfuerzo, pude compaginarlo con MUDE. Mi objetivo principal (que luego se convirtió en mi Tesis de Fin de Máster) era la de incorporar metodologías relativas al diseño de servicios en un estudio de Diseño de Producto. Por eso, en mi caso, elegí el máster por la diversidad de contenidos, y la puesta en práctica de los mismos. Para cumplir ese objetivo, me tomé el propio máster como un escenario donde testear todos los «insights» que nos ofrecían, en los proyectos reales que se nos planteaban y sin duda cuando algo está fundamentado en la práctica, directamente se asimila y como no, ahora forman parte de mi día a día.

Lo cierto, es que nosotros cuando comenzamos no teníamos ningún precedente sobre el máster, porque fuimos la primera promoción, y creo que eso también nos reto a tener roles muy pro-activos durante el desarrollo de las clases. En esa experimentación aprendimos muchísimo sobre la gestión de equipos de proyectos, entablar relaciones profesionales con las empresas, o a mejorar temas en los que teníamos mas debilidades, como en mi caso era la comunicación en público…algo que ahora que me toca a mi ponerme delante de muchos alumnos, lo agradezco.

Además de la diversidad de contenidos en torno al diseño, en MUDE también encontré un factor humano muy inspirador tanto en mis compañeros como en los formadores, con los que mantengo contacto y de vez en cuando unas cervezas. Fue una experiencia realmente interesante y lo recomiendo a aquellas personas que quieran sacarle todo el jugo al diseño.

¿Qué rol crees que tendrá el diseño en tu futuro profesional?

Yo creo que ser diseñador no significa disponer de una herramienta creativa que puedas usar o no en el futuro, sino que es parte de la identidad. Lo veo como una habilidad de empatizar con las necesidades de las personas y proponer soluciones.

En mi caso, no me considero diseñador porque trabaje como diseñador, sino que soy diseñador porque me paso la vida cuestionando lo que está establecido y aportando soluciones. Así que supongo que yo también tendré que rediseñarme para adaptarme al entorno, no creo en las profesiones para toda la vida.

¿Qué retos de futuro ves para ti en el diseño?

Antes de hacer el máster MUDE, me acuerdo que tuve un periodo muy reflexivo en el que intenté centrarme en una especialidad en concreto del diseño, y especializarme en esa, porque creía que esa era la fórmula para tener un hueco en el mundo del diseño. Sin embargo me costaba muchísimo, porque disfrutaba tanto en el diseño conceptual de productos, el diseño gráfico o incluso ilustración.

Durante el Máster, me cambió bastante la mentalidad porque recibimos muchas pinceladas sobre áreas nuevas del diseño, y desde entonces me marqué el reto de ir conociéndolas poco a poco, sin ningún complejo ni prejuicio. Desde entonces, he participado en proyectos de diseño de servicios, food design, diseño de interiores, diseño organizativo, diseño de experiencias, e incluso diseño de autor, con el que tenía varios prejuicios.

A futuro me gustaría retarme a explorar otras áreas del diseño, y seguir sorprendiéndome con este mundo y tengo la suerte de tener un gran equipo que me acompaña en mis experimentos.


Muchas gracias Oskar por tu atención, y desde el equipo DBZ de Mondragon ¡te deseamos lo mejor!

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