Estudiar Informática

POPBL. Compromiso entre Aprendizaje y Motivación

Uno de los obstáculos que se presenta a la hora de plantear un PBL (project based learning) es conseguir que sea atractivo y a la vez educativo. Para motivar al alumno el hecho de obtener resultados visuales o tangibles es determinante. Sin embargo, no debemos olvidar que lo importante es obtener algún resultado de aprendizaje y no el producto a desarrollar.
Cuando uno de dichos resultados de aprendizaje tiene que ver con la programación, se tiene la ventaja de que se dispone de un amplio abanico de librerías y frameworks que pueden hacer el proyecto motivante y ofrecer a su vez unan gran oportunidad para el aprendizaje. Consideramos tal el caso del primer semestre del 1er curso de Informática y Telecomunicaciones. En el proyecto de ese semestre se trata de desarrollar una aplicación gráfica que en la mayoría de los casos los alumnos se decantan por un juego; aunque de vez en cuando se deciden por una aplicación didáctica.

Juego «Desert run» Proyecto 1º semestre de 1º Grado Informática

elaborado por Jon Amutxastegi, Jon Fernández, Bingern Galartza, Antton Puy y Lucas Sousa

Partiendo de la librería SDL(Simple DirectMedia Layer), al alumno se le suministra una capa de software con unas funcionalidades básicas que facilitan su uso y que permiten emplear de una forma simple recursos como imágenes, sonidos, teclado, etc. De esta forma, el alumno puede comenzar a ejercitar sus conocimientos de programación sin tener que dedicar mucho tiempo al aprendizaje de temas relacionados con la multimedia. Pero en caso de que desee profundizar en ello, siempre tiene la oportunidad de programar directamente sobre la propia librería SDL y obtener un producto visualmente mucho más atractivo y efectos multimedia más elaborados (además de demostrar su destreza y conocimiento).
En definitiva, se ha tratado de tirar del alumno con la vistosidad de un miniproyecto y contribuir a que adquiera o refuerce conocimientos básicos para la programación. Se ha tratado además de que el alumno tenga el convencimiento, en una etapa muy temprana, de que es posible obtener un resultado más que aceptable y no ceda en su empeño de conseguirlo. Por supuesto, la última palabra sobre si se ha conseguido la tiene el alumno.

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