Los vehículos no tripulados, son vehículos que no necesitan ningún tipo de tripulación a bordo para poder ser conducidos. Este tipo de vehículos ha sido muy utilizado en aplicaciones militares y en sistemas de defensa, para su utilización en vigilancia, reconocimiento y ataque sin que la tripulación que conduce el sistema no tripulado sufra daño en caso de ataque. Pero como suele ocurrir con otras muchas aplicaciones militares, la utilización de los vehículos no tripulados cobra interés en el ámbito civil.
La industria de los drones está llamada a ser una de las grandes industrias del siglo XXI, con crecimientos anuales del 11% en los próximos años. Grandes empresas como Amazon, Iberdrola o cuerpos de policía han mostrado gran interés en su utilización. Las aplicaciones que se barajan en el ámbito civil son tan variadas como la distribución de paquetería, la inspección no tripulada de torres de alta tensión o la videovigilancia en ambientes hostiles.
La línea de investigación de teoría de la señal y comunicaciones, ha comenzado a investigar las posibilidades que dan los vehículos no tripulados. Las tecnologías a dominar para construir un vehículo de dichas características son muchas y muy variadas. Desde las comunicaciones que son necesarias para el control y la supervisión del sistema no tripulado hasta el sistema embebido que actúa de control.
El propósito del primer vehículo no tripulado desarrollado por el grupo de investigación, es la inspección y visita no tripulada del edificio de sistemas embebidos donde trabaja el grupo. El vehículo es un vehículo oruga para poder evitar irregularidades del terreno. Este va equipado con una cámara con un ángulo de visión de 53 grados que permite al operario ver en cada momento lo que ocurre delante de él. Dicha cámara sirve un streaming de vídeo en tiempo real, que mediante la red inalámbrica de la universidad permite que el operador pueda inspeccionar así como controlar el vehículo.
El control del sistema la realiza un microprocesador de nueva generación que permita realizar cálculos así como dar los servicios necesarios para servir el vídeo en tiempo real y a su vez, permitir el control del vehículo mediante servicios web.
La autonomía del sistema actualmente es de 5 horas de servicio ininterrumpido gracias a las baterías recargables de las que se suministra de energía.
El desarrollo del sistema ha sido gracias a la colaboración Alejandro Aldridge, que actualmente estudia el máster de sistemas embebidos, que le permite adquirir los conocimientos necesarios para desarrollar vehículos no tripulados de estas características
Una de las líneas futuras a investigar es la dotación de inteligencia al vehículo para que pueda actuar de forma autónoma con una mínima interacción con el operador para poder actuar en situaciones predeterminadas. Para ello, se dotará de sensores que permitan al vehículo analizar el entorno por el que se mueve, y poder tomar decisiones en función de la situación. Por ejemplo, si detecta que el camino por donde circula está bloqueado, podría recalcular el nuevo camino para poder llegar a su objetivo.