La cerveza, ¿en lata o en botella de vidrio?
Las latas de aluminio se tiran al suelo indiscriminadamente por todo el planeta. Incluso las que acaban en un vertedero, a menudo no se reciclan. Eso significa que deben descomponerse al aire libre, y tardan entre 10 y 100 años.
El vidrio también es fácil de reciclar porque está hecho de silicio (es decir, arena). Sin embargo, si lo echamos a un vertedero puede tardar siglos en deshacerse; ciertos tipos de cristales y vidrios de alta dureza no se descomponen jamás.
Pero la pregunta que nos hacemos hoy es otra:
¿cuál de los dos mantiene mejor la cerveza fría?
Varios productores de cerveza comenzaron recientemente a sacar al mercado botellines de aluminio de 330 ml. Muchas son las ventajas que se nos avanzaban: es más ligero, es irrompible, no necesita etiquetas (se puede serigrafiar), aporta libertad en el diseño de la forma…
…y evita que la cerveza se caliente tan rápidamente. Bueno, la cerveza o lo que sea que lleve dentro; pero ya que han sido los productores de cerveza los que más lo han publicitado, con ellos nos quedamos.
Y esto es algo que, ahora que llega el verano y sus múltiples festividades, resulta interesante. Muy interesante.
No contentos con la propaganda, en MGEP se han realizado varios ensayos que comparen el calentamiento en diferentes tipos de botellas de cerveza. Así, Xabo Gomez del área de materiales y l@s alumnos Sheila Espartero, Mikel Cid e Imanol Aldazabal han empleado agua y 3 botellas de diferentes marcas y materiales para realizar una pequeña comparativa. Se tomaron las siguientes botellas de cerveza:
- Botella de aluminio (marca Estrella Damm)
- Botella de vidrio blanco (marca Coronita)
- Botella de vidrio marrón (marca Leffe)
Las botellas se llenaron de agua, se metieron a la nevera, se mantuvieron allí una noche, se sacaron a una sala con temperatura constante, y se midió mediante un termopar cómo se calentaba el agua. ¿Resultados?
Alto y claro, ¿no? Se realizaron algunos ensayos más, pero las conclusiones que se podían extraer eran similares. Es decir: en el aluminio se calienta más el líquido; entre los vidrios, el marrón conserva mejor la temperatura.
¿Motivos? El aluminio tiene mayor conductividad y un espesor muy pequeño; además, la capacidad calorífica es muy similar en los 3 casos. Por eso la botella de aluminio caliente antes el fluido.
La diferencia entre los vidrios es debida a las propiedades de transmisión de calor por radiación.
El tamaño sí importa
Obviamente, existen más factores que afectan al calentamiento del fluido. Y uno de ellos es el tamaño. Bueno, el tamaño como tal no: es la forma la que afecta. Las botellas esbeltas presentarán una mayor transferencia de calor (ya que el área de intercambio es mayor), y por lo tanto provocarán que el líquido interno se caliente antes.
De acuerdo: hay muchísimos factores más que afectan, pero aquí hemos tratado de aclararos alguno de ellos (y exponer otro caso más de publicidad engañosa). Para los demás, seguro que tenéis muchas oportunidades de realizar “experimentos” este verano. Si nos contáis los resultados, os estaremos agradecidos. Aunque preferiríamos que se limitasen a resultados ingenieriles…
PD: nuestros ensayos no se parecieron en nada a los de esta imagen, que conste
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