A medida que se nos llenan las playas de gente, también se llenan de libros: en verano se lee mucho. Estos últimos años, además, también se está llenando todo de libros electrónicos, dado que cada vez más personas los eligen por delante de los de papel. Las ventajas son obvias, aunque también hay muchas personas en contra de estos dispositivos. Lo que nosotros queremos analizar, como siempre viene desde otro punto de vista:
Desde el punto de vista de la ecología,
¿qué es más limpio, usar libros digitales o de papel?
- Unos tienen baterías, los otros muchísimo papel.
- Unos usan electricidad, los otros tintas y colas.
- Los aparatos se pueden usar para leer varios libros, los de papel se pueden pasar fácilmente a otra persona.
- Los electrónicos ocupan poco espacio, los de papel son decorativos.
Nosotros únicamente le miraremos al medio ambiente… aunque en este aspecto la respuesta tampoco sea obvia. Tras hacer unos cálculos, podemos dar un número general:
Atendiendo a promedios,
a partir de los 32 libros leídos
el libro electrónico tiene menor impacto.
Es decir, si lees más de 32 libros en un lector electrónico contaminas menos que si lees la misma cantidad de libros en papel.
Para que esto sea cierto, se debe de cumplir lo siguiente:
- Los dos han de reciclarse (y, por lo tanto, separarse adecuadamente). En el caso de los de papel es más sencillo (aunque cada vez cuesta más quitar el encolado); los electrónicos tienen multitud de componentes que son imposibles de separar, debido a sus pequeñas cantidades (sucede lo mismo con los móviles).
- La vida media de los electrónicos es de 5 años. Esto puede cambiar mucho en función de los fabricantes.
- Los libros han de usar hojas provenientes de bosques sostenibles. Buscad el logo FCS siempre!
- En el caso de los electrónicos, sólo se usará la conexión wifi un 5% del tiempo, ya que de no ser así el consumo crecerá considerablemente.
- En los de papel, se emplearán tintas y colas “limpias”. Las grapas y sucedáneos cada vez se emplean menos, aunque ciertas colas son más agresivas.
Leer siempre es beneficioso, pero si se hace de una manera responsable aún lo será más. ¡No dejéis de leer este verano… ni el resto del año!