¿Cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera?
El dióxido de carbono (CO2) es un gas de efecto invernadero que tiene dos tipos de orígenes:
- Natural, consecuencia de erupciones volcánicas, incendios forestales…
- Antropogénico, consecuencia principalmente de la combustión de combustibles derivados del petróleo ya sea en grandes centrales eléctricas, en motores de automóviles, en sistemas de calefacción…
Dichas emisiones de CO2 producen la contaminación de los océanos, lo que lleva a la acidificación del mar, y a la contaminación atmosférica, lo que deriva en el efecto invernadero. Actualmente los países con mayores emisiones de CO2 son China, Estados Unidos y Rusia.
A lo largo de los últimos años, la captura y almacenamiento de CO2 es una de las técnicas que más interés está suscitando para reducir las emisiones producidas en grandes centrales eléctricas o plantas industriales. Este proceso consiste en capturar el CO2 en su fuente, transportarlo de forma comprimida y almacenarlo en formaciones geológicas subterráneas y/o en reservas agotadas de gas y petróleo. Este proceso se ve viable para las fuentes de emisión fijas de gran envergadura (plantas industriales, centrales eléctricas…), pero no tanto para las fuentes de emisiones pequeñas o móviles (hogares y medios de transporte). Sin embargo, este método conlleva el riesgo remoto, pero posible, de una fuga repentina de CO2, causando graves daños en las poblaciones, ecosistemas y aguas subterráneas adyacentes.
Un grupo de la Universidad de Newcastle ha publicado recientemente en la revista Catalysis Science & Technology, un nuevo método revolucionario para reducir el CO2 que se emite a la atmósfera convirtiéndolo en carbonato cálcico (mineral inocuo presente en la corteza terrestre y en los caparazones de muchos organismos marinos como los erizos de mar). El proceso consistiría en acelerar el proceso de hidratación del CO2 en ácido carbónico mediante el uso de un catalizador (compuesto presente en una reacción química en contacto físico con los reactivos y que acelera, induce o propicia la reacción sin actuar en la misma) de nanopartículas de níquel a temperatura y presión atmosférica, y posterior mineralización del ácido, para obtener el carbonato cálcico en estado sólido. Según los autores de este estudio, este proceso podría funcionar de modo muy efectivo sobre las fuentes de emisión fijas de gran envergadura porque bastaría con hacer que el CO2 liberado en una actividad industrial pasase de la chimenea de la fábrica a una columna de agua rica en nanopartículas de níquel, y en recuperar posteriormente el mineral inocuo depositado en el fondo.
En el nuevo Grado en Ingeniería en Ecotecnologías en Procesos Industriales, que Mondragon Unibertsitatea va a iniciar en septiembre de 2013, podrás estudiar, analizar y hasta desarrollar nuevas tecnologías eficientes en la reducción de contaminantes atmosféricos como el CO2.
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