El Curso Experto sobre Cooperativismo, además de sus funciones formativas, está demostrando ser un rico vivero de proyectos innovadores dirigidos a la mejora de la dinámica de las cooperativas. Los proyectos finales son una herramienta muy interesante en este sentido.
Un ejemplo de esta realidad se palpa el ámbito del Consejo Social. La idea general que se desprende de los análisis y las reflexiones que vamos compartiendo con los cooperativistas en los cursos es que si bien el Consejo Social es considerado como un órgano fundamental en el metabolismo de las cooperativas, ante todo por sus funciones representativas y participativas, existe cierta percepción de crisis en cuanto a la realidad de este órgano: Problemas de operatividad y de saturación del órgano (la sensación de que las cuestiones planteadas por los socios se demoran en exceso, o que los mismos temas se repiten mes tras mes sin darles una efectiva solución); la preeminencia de una dinámica de queja y de denuncia en la que se percibe desdibujada la función asesora y deliberativa del Consejo Social; dudas ante la efectiva labor informativa y comunicativa (tanto descendente como ascendente) de los consejeros; poca corresponsabilidad de los socios en la formulación de las demandas; cierto desprestigio del órgano dentro del colectivo, y cierta sensación de frustración y desmotivación entre los consejeros son, en líneas generales, algunas de las dimensiones que se destacan en el diagnóstico.
Diferentes proyectos han abordado la problemática del Consejo Social, algunos de los cuales, además, han servido de impulso para la reconfiguración del Consejo Social en sus respectivas cooperativas. Pero lo más interesante es la foto que obtenemos del ensamblaje de diferentes proyectos: nos acercan al esbozo de lo que puede ser el ‘tipo ideal’ de una renovada dinámica del Consejo Social en las cooperativas complejas (por su dimensión, diseminación geográfica y complejidad temática). Veamos, de una manera muy general, los trazos generales de este puzle:
La reconfiguración del Consejo Social en Fagor Ederlan: La creación de los Consejos Sociales de Negocio y las Reuniones Sociales de Planta.
El proceso de reconfiguración del Consejo Social avanza desde una orientación clara: la necesidad de resolver los problemas en el mismo ámbito en el que se producen mediante la implicación de los responsables de la sección. Se pretende liberar al Consejo Central de problemáticas muy locales y poder abrir espacios para la deliberación estratégica que permitan una visión compartida del proyecto entre los diferentes responsables ejecutivos, rectores y sociales. Se impulsan para ello:
- Las Reuniones Sociales de Planta en la que mensualmente se reúnen una persona de la Comisión Permanente del Consejo Central, el responsable de planta, una persona del equipo de Gestión Social y los vocales sociales de la planta, para compartir la información sobre la gestión de la minifábrica o planta, resolver los problemas sociales de su ámbito y proponer temas para trasladar al Consejo Social.
- Los Consejos Sociales de Negocio o de Línea de Producto, adecuando, de esta manera, la estructura social a la organización empresarial. En estos espacios una persona del Consejo Rector (que ejerce de presidente), el Director de Producción del Negocio o Línea de Producto, algún miembro de Gestión Social y los vocales sociales adscritos al negocio, con una periodicidad mensual comparten la información relativa a la gestión, se trabajan los temas sociales que escapan del ámbito de las reuniones de planta, y se abren espacios para debatir los temas globales de la cooperativa que en ese momento se estén trabajando en los órganos. La idea es avanzar hacia una dinámica que posibilite una visión compartida entre los responsables ejecutivos, rectores y sociales del Negocio o Línea de Producto.
- La configuración de la Comisión Permanente del Consejo Social garantizando la representación de las diferentes plantas de Fagor Ederlan.
El proceso de reformulación institucional del Fagor Arrasate: Potenciar las funciones asesoras, comunicativas y participativas del Consejo Social
Fagor Arrasate reconfigura algunos aspectos del Consejo Social siguiendo la estela de Fagor Ederlan: Crean los Consejos Sociales a nivel de negocio o de planta y reconfiguran la Comisión Permanente desde la representación de los negocios y plantas. Pero desarrollan una serie de innovaciones respecto a la experiencia de Fagor Ederlan:
- Organización del colectivo en núcleos o consejillos de 25 personas que eligen a su representante del Consejo Social entre uno de ellos o ellas. Se busca corresponsabilizar a las personas del núcleo en la elección del representante, ya que dependerá de ello el hecho de que el núcleo esté conectado o no a la dinámica de la cooperativa.
- Avanzar hacia una dinámica más participativa. Propiciar un tratamiento más cualitativo de la información y abrir espacios para la deliberación y la participación más activa de los socios y socias en entornos más reducidos.
- Redefinición del rol del consejero: Informar y también dinamizar la participación del núcleo. Mediante píldoras formativas se quiere capacitar a los consejeros en las técnicas de dinamización de grupos. Se quiere superar la dinámica de la mera queja o traslado de las inquietudes: trabajar previamente las aportaciones de los socios por un lado, filtrando aquellos asuntos que a los que se puedan dar solución en el propio ámbito o que no correspondan al Consejo Social, y por otro, fijando posiciones grupales sobre las propuestas hechas por los socios individuales.
- Reconfigurar el orden de las reuniones de los órganos para poner en valor la función asesora del Consejo Social: Reunión del Consejo de Dirección (que plantea sus políticas ejecutivas), seguido del Consejo Social (que delibera y hace aportaciones a las líneas ejecutivas desde la perspectiva social y, además, trabaja los temas surgidos en los consejillos) y, por último reunión del Consejo Rector (que teniendo en cuenta las aportaciones del Consejo Social va tomando sus respectivas resoluciones).
Copreci: facilitando la labor de los consejeros sociales
El proyecto de los compañeros de la cooperativa Copreci consistió en la elaboración de una base de datos digitalizada que facilitara una mejor operatividad de la labor de los consejeros. Con esta herramienta se persiguen una serie de objetivos: implantar un sistema de seguimiento a la participación de los consejillos, canalizar, procesar y analizar las consultas de manera que se pueda dar una respuesta más eficaz a las inquietudes de los socios.
En la simplicidad del proyecto reside la genialidad del mismo. La sistemática que se establece mediante los pasos que establecen con el programa informático aclara y simplifica la labor del consejero. Se establecen una serie de pasos o de filtros para ello: un tono respetuoso en la formulación de la cuestión (primer filtro); en caso de ser un tema de carácter personal su desvío directo al departamento de personal de modo que se evita saturar el Consejo Social con temas que no le corresponden (segundo filtro); respuesta directa mediante referencias ya registradas a cuestiones planteadas con anterioridad (tercer filtro).
El proyecto tiene la virtualidad de hacer un análisis de las cuestiones planteadas en un período determinado de tiempo y, en consecuencia, la posibilidad de detectar los aspectos que más preocupación generan en el colectivo de la cooperativa.
A su vez, nos permiten visualizar la dinámica que se ha instalado en el funcionamiento de las cooperativas. En el período en el que se desarrolló la experiencia piloto se registró que de las 146 cuestiones planteadas el 62% eran preguntas, el 27% quejas y sólo el 10% correspondían a sugerencias o propuestas de mejora. Como señalan los autores del trabajo, mediante la innovación en los mecanismos de participación, el reto pasa por invertir los porcentajes: un 62% de propuestas de mejora, un 27% de preguntas, y no más del 10% de quejas.
Que los futuros proyectos de los alumnos del Curso Experto en Cooperativismo nos sirvan de inspiración…