Esta vez cedemos la palabra a Iñaki Albert Gambus, alumno de ingeniería industrial de Mondragon Unibertsitatea, para que nos cuente en primera persona su experiencia. Iñaki realiza su proyecto fin de carrera para la empresa CVL (Cerrajera Valle Léniz, Aretxabaleta, Gipuzkoa) en Sao Paulo, Brasil.
Cuando terminé los exámenes de la carrera en Mondragón quería conocer un poco de mundo y, como suelo decir, airear la alcoba porque empezaba a oler a cerrado. Siempre había vivido en el País Vasco y ahora quería irme al extranjero preferiblemente fuera de Europa con intención de tener experiencias intensas y de otra índole. Desde el punto de vista profesional quería dotar mi perfil de un carácter más internacional y a ser posible aprender un idioma más. Por otro lado también estaba esperando crecer como persona y experimentar el ir a una megalópolis donde no conoces a nadie ni las costumbres ni el idioma.
A través de Universidad de Mondragón y de Grupo Cerrajera Valle Léniz se me brindó esta oportunidad en Sao Paulo que ahora estoy aprovechando. Mi función actualmente consiste en introducir en el mercado brasileño a una empresa de seguridad electrónica (lectores de tarjetas, de huellas, CPUs, software etc) y gestionar la parte de aluminio de la filial de Brasil.
Sao Paulo es la capital económica de sudamérica y posee una población de 22 millones de habitantes «censados» en el área metropolitana de la ciudad. Destaco la palabra censados porque en las favelas no tienen muy claro lo que hay. La superficie es casi la mitad del País Vasco y ostenta poseer el dudoso título de mayor atasco de tráfico de la historia con sus 8 millones de vehículos. El tráfico es lo más masivo que he visto en mi vida tanto a las 7 de la tarde (modo infierno) como a las 4 de la mañana que sorprendentemente también hay. La circunvalación tiene 12 carriles en cada dirección ¡y se atasca varias veces a diario! Debido al tráfico denso la ciudad posee la mayor flota de helicópteros del mundo.
Pero bueno, a pesar de presentar este panorama la vida que se lleva aquí es normal y siempre puedes jugar tanto con el horario como con diferentes rutas para evitar las aglomeraciones.
En el aspecto laboral existen varias diferencias con el panorama europeo. El trabajo es una actividad más central y poderosa en el día a día. La diferencia principal es que se trabajan más horas pero con menor intensidad.
Socialmente es una ciudad de contrastes. Existen barrios esquisitos como Itaim, de naturaleza más bohemia y europea como Vila Madalena, japonés como Liberdade o peligrosos como «crackolandia» y las favelas. Al principio estás continuamente en alerta y observando pero al cabo de unos días ya vas cogiendo autobuses urbanos por todos lados, caminas por la calle sin preocupaciones y discutes con los taxistas (disciplina insignia en Brasil).
Problemillas de seguridad siempre surgen pero si tomas las precauciones y actitud adecuadas todo está bajo control. El brasileño es muy amistoso y hospitalario. Te acoge rápidamente y te lleva con sus amigos o familia. En la ciudad también hay mucho expatriado por lo que conocerás gente de muchos lugares.
El haber salido de casa de esta manera de forma voluntaria puede sonar disparatado y quizás lo es en cierto modo pero aseguro que el feedback y la balanza a día de hoy son positivos y con creces.
Aprendes a ser independiente a la fuerza, obtienes abundantes pequeños recursos para saber manejarte en una ciudad como esta en el día a día, conoces mucha gente de todos los estratos sociales y sobre todo, diría que creces como persona. Desde luego que hay días que te preguntas qué narices haces en esta ciudad pero cuando las cosas te salen bien la recompensa es mucho más completa y gratificante.
A todo aquel que tenga la idea de hacer algo parecido en mente o tenga sus dudas le recomiendo que lo lleve a cabo. Y a aquellos que nunca se lo hayan planteado que aunque sea le den una vuelta. No sólo por el aspecto personal sino también para no quedarse atrás en el profesional ya que cada vez la industria depende más del mercado exterior en este planeta globalizado y cada día que pasa más pequeño.
Até outra vez!!