En un post anterior hacíamos referencia a la empresa como nuevo espacio de aprendizaje en myGADE. En definitiva, con este nuevo proyecto formativo buscamos la creación de un ecosistema de aprendizaje, donde el triángulo ESTUDIANTE-UNIVERSIDAD-EMPRESA se haga realidad.
- Siendo el nivel de conocimientos de los estudiantes adecuado, se detectaba una carencia en otra serie de habilidades y actitudes, imprescindibles para su desarrollo profesional (y personal) futuro.
- La incorporación del estudiante a la empresa, desde primer curso, no es un objetivo en sí mismo sino la única forma posible (en nuestra opinión) de desarrollar ciertas habilidades y actitudes que se adquieren no en el aula, sino en entornos reales.
- Hablamos de empresas, pero queremos decir organizaciones. Porque lo importante no son tanto las empresas, como las personas y los entornos en los que se producirá el aprendizaje. Se puede aprender en cualquier organización, sea privada o pública, S.A. o cooperativa, grande o pequeña, opere en el sector de la Máquina Herramienta o la Sanidad.
- Queríamos huir del modelo tradicional de estudios y prácticas. Perseguíamos (y perseguimos) considerar la empresa como un espacio donde se producen actividades formativas que ayudan a los estudiantes a adquirir competencias.
- Planteábamos el estudio de una carrera universitaria como una experiencia vital, que sirva para madurar, equivocarse, experimentar, reflexionar y muchas cosas más.
Finalmente, una última cuestión que a menudo nos plantean. ¿Por qué myGADE? Desde el principio hemos querido jugar con dos conceptos, la personalización y la visión glocal. Una de las cuestiones que los estudiantes nos decían era que todos ellos salían con el mismo título universitario, y con un conjunto de vivencias más o menos similares. De ahí que planteásemos como objetivo, que la experiencia que cada estudiante, cada empresa e, incluso, cada docente sea personal.
El estudiante porque según en la empresa en la que desarrolle su recorrido formativo tendrá una experiencia distinta, suya, propia.
La empresa porque tendrá una relación personal con la universidad, a través de “su” estudiante y “su” tutor académico
El docente porque queremos que considere este proyecto como “su” proyecto, implicado con él y protagonista del mismo (en definitiva, coherente con nuestra condición de cooperativa).
Mikel Mesonero – Coordinador Académico de Enpresagintza