Estos días en clase no hacemos otra cosa que ver el infinito por todas partes: a la hora de calcular límites, el infinito por sí solo no nos da ningún problema, pero si va acompañado de cero, de uno, u de otro infinito, sí que podríamos encontrarnos ante problemas: las temidas indeterminaciones.
Cuando nos aparece por primera vez el signo del infinito en la pizarra, empezamos preguntando: ¿y eso qué es?, ¿cómo se hace? Y pronto viene la respuesta: Ah, ya sé! Es un ocho tumbado. Pues NO!!! Para que veáis que no se trata de un ocho tumbado, sino que es una curva mucho más curiosa, podéis mirar aquí: la lemniscata de Bernoulli.
¿Habéis visto el pececito? ¿Y el analema que podemos observar en la naturaleza?