Curiosidades del agujero de la capa de ozono


Estos días se ha celebrado el 25º aniversario del tratado de Montreal. Fue un acontecimiento único (¿e irrepetible?): todos los países acordaron reducir el uso de CFCs (Clorofluorocarbonos) para tratar de eliminar el agujero de la capa de ozono. ¿Os imagináis hoy en día a todos los países poniéndose de acuerdo en algo?

Pero esta es una historia con muchas aristas. Vamos a contar algunas de las más curiosas, para bien o para mal.

El agujero y los agujeros.

Existen 4 “agujeros” en la capa de ozono: en el ártico, sobre la Antártida (el primero que se descubrió), en el Ártico, sobre el Tibet, y en el ecuador.

  • El primero parece controlado, aunque varía con las estaciones: se hace más grande entre agosto y octubre, disminuye fuera de esos meses. Eso sí: ¡en 2020 fue de los más grande registrados! En 2021 fue el 13º más grande… pero tal vez el más duradero.
  • Los 2 siguientes son más pequeños. El del Ártico ha disminuido bastante, aunque también varía.
  • El del Tibet, parece, es consecuencia de fenómenos atmosféricos naturales, y en la actualidad está casi desaparecido.
  • Existe otro sobre el ecuador que preocupa porque afecta a una gran población mundial (en la Antártida, Ártico y Tibet la densidad de población es muy baja). Es muy grande…

Qué lo crea

Se habla mucho de los CFCs, y es verdad: son los principales causantes… pero no los únicos. Los NOx también lo provocan, y esto es un problema muy grave del que nadie habla.

Los NOx los provocan los coches, las motos, los aviones, los camiones… todos los motores de combustión interna. No es el único efecto que provocan, por cierto, y a cada cuál es más dañino.

¿Os imagináis por qué nadie habla del problema de los NOx? ¿Es sencillo de adivinar, verdad?

El otro gran problema es que las emisiones de los CFCs no desaparecen. Es decir, todo lo que se emitió a la atmósfera hasta los años 90, sigue estando ahí dañando la capa de ozono.

El culpable.

Esta historia tiene un “malo de la película”: Thomas Midgley. ¡Ojo, que su historia tiene miga! Él solito es el culpable del agujero de la capa de ozono.

Fue el creador de los CFCs, y los implantó en múltiples productos. Trabajaba para General Motors, pero se implantaron en todo tipo de productos, no sólo en coches. Los CFCs no son dañinos de forma directa para el ser humano, por lo que se extendieron bastante rápido pese a ciertas reticencias.

No contento con ello, ¡fue quien puso el plomo en la gasolina para mejorar el rendimiento de los motores! El plomo, hoy en día desaparecido de los vehículos de carretera (aún se usa en aviones pequeños y avionetas), causa muchos males, entre ellos demencia. En zonas con altas concentraciones de plomo se produjo un incremento en la delincuencia, que disminuyó coincidiendo con la retirada del plomo.

Él creía que el plomo era bueno. Y para demostrarlo, se lo echaba en las manos y lo aspiraba: se echaba tetraetilo de plomo en las manos, se ponía una botella de la misma sustancia en la nariz durante 1 minuto, todo para demostrar que no era un problema. Eso sí, a la gasolina la denominaba ethyl, evitando la palabra plomo puesto que se sabe es dañino para los seres humanos. En privado, se dice, odiaba el plomo.

También fue inventor de mecanismos: contrajo polio (se dice que se lo causó el plomo que tan a gusto aspiró durante años), perdió movilidad, se inventó una dispositivo para poder moverse… y murió estrangulado por su propio mecanismo.

No sólo eso: murió pensando que los CFCs eran beneficiosos… Curioso, cuando tal vez nos encontremos ante el causante de muchísimas muertes.

Parece que tanto su historia como la de sus descubrimientos está asociada a la muerte. No todos los avances son beneficiosos.

[Los temas aquí mencionados se desarrollan en asignaturas como Química, Life Cycle Analysis o Termodinámica del Grado en Eco-tecnologías en Procesos Industriales]

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