UN POCO DE HISTORIA DE LAS HERRAMIENTAS DE GESTIÓN ECONÓMICO-FINANCIERA (I)


FINALES DE LA DÉCADA  1.970´S

Tras el fuerte desarrollo económico de Occidente desde la finalización de la 2ª Guerra Mundial, la aparición del Cártel de los países exportadores de petróleo, -OPEP-, produce un incremento muy significativo en los precios de esta materia prima que se extiende al resto de los materiales, provocando un fuerte parón en la demanda de los mercado de bienes y servicios.

Esto acarrea una importante recesión en la actividad económica de la época y pequeñas y grandes empresas comienzan a ver unas cuentas de resultados con elevadas pérdidas.

Ante esto las empresas, también nuestras cooperativas, plantean medidas de todo tipo, tratando de que los resultados negativos cesaran en la sangría que estaban provocando en los patrimonios de estas.

Entre estas medidas aparece la implantación de una herramienta presupuestaria que había visto la luz de la mano de su creador, Peter Pyhrr, en 1.970; conocida como “Presupuesto Base Cero” o “Zero Based Budjeting, fue implantado en Texas Instruments con notable éxito. En 1.971, el entonces gobernador del Estado de Georgia, Jimmy Carter, contrató como asesor a Pyhrr para la implantación de este sistema presupuestario en la Administración del Estado.

Los antecedentes del Presupuesto Base Cero está en los sistemas presupuestarios de planificación por Programas , PPBS, (Planning Programming, Budgeting System); en un entorno inflacionista como el de los años setenta, las técnicas convencionales de elaboración del presupuesto consistían, básicamente, en incrementar el gasto respecto al del año anterior; esto hacía que los gastos subieran acorde con la inflación pero los ingresos no seguían el mismo comportamiento, con lo que las cuentas de resultados de las empresas generaban cuantiosas pérdidas.

Así se organizaron sendos cursos y seminarios para aprender el manejo de la herramienta para su posterior implantación en la empresa. Recuerdo la asistencia a una de estas jornadas de formación celebrada en Aránzazu a comienzos de los 80´s.

El funcionamiento del Presupuesto Base Cero se desarrolla en las siguientes etapas:

1.- Se definen los objetivos a conseguir, con distintos niveles de consecución en función de los recursos asignados.

2.- Se identifican los “paquetes de decisión” con diferentes niveles de gasto, desde un nivel “umbral” o mínimo, por debajo del cual la actividad no puede ser desarrollada, hasta niveles superiores de consecución del objetivo y el consiguiente nivel de gasto.

3.- Se ordenan los “paquetes de decisión” por prioridades.

4.- Decisión acerca de qué actividades va a realizar cada centro de responsabilidad y con qué asignación presupuestaria.

Lógicamente, las actividades que no justifican su razón de ser quedan eliminadas, es decir, si una actividad no justifica económicamente su razón de ser, no se le dota presupuesto y, consiguientemente queda eliminada.

Resumiendo, la técnica presentada se centra en partir de cero cada año, y no se negocie el incremento sobre el del año anterior sin más. Es decir, se parte de una situación en la que las actividades realizadas durante el año anterior es como si no hubieran existido; a la hora de defender la consecución de recursos hay que justificar lo que la realización de dichas actividades aporta a la empresa y el nivel de gasto que supone; si la actividad no justifica su aportación, la asignación presupuestaria puede verse reducida o, incluso, eliminada.

Las consecuencias a corto plazo no se dejaron esperar; las cuentas de resultados de muchas empresas vieron reducir sus gastos de forma significativa. A largo plazo también tuvo importantes consecuencias pues algunas de las actividades que fueron eliminadas mediante la utilización de esta técnica presupuestaria, dejaron notar su ausencia en la toma de decisiones de las empresas.

De estas consecuencias a medio-largo plazo hablaremos en el próximo capítulo.

// Fernando Murgiondo Madina

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