Las actitudes de Arizmendiarrieta

Es más que evidente que hablar de la Corporación MONDRAGON en 2015 sigue obligando a explicarla a partir de una persona: el sacerdote José María Arizmendiarrieta. Y es que su pensamiento y sus hechos fueron los que hicieron posible que se pusiera en marcha la «experiencia cooperativa» tal como él la solía denominar. Seguramente que en los modernos manuales de liderazgo se podrían incorporar algunas de las actitudes que de él se describen por parte de quienes le conocieron.

En el libro que citábamos la semana pasada, La experiencia cooperativa de Mondragón. Una síntesis general, escrito por Larraitz Altuna-Gabilondo y publicado por Lanki, concretamente en su página 41, se listan siete actitudes atribuidas a Arizmendiarrieta que pueden inspirar hoy en día:

1. Impulso ético, derivado de la indignación frente a la realidad socioeconómica en que le tocó vivir.
2. Realismo utópico, y es que «sin utopía no hay progreso» solía decir, pero a la vez, solo con ella tampoco lo habría. Así pues con los pies en la tierra pero con una mirada elevada y ambiciosa de transformación social.
3. Responsabilidad y creatividad, o sea, «lamentos no, acciones». Cada cual es responsable de mejorar lo que le rodea y al mismo tiempo comparte ese vínculo con su comunidad. Ese compromiso movilizador lo puede llevar a cabo por sus cualidades creativas.
4. Constancia y paciencia, porque el objetivo final es ambicioso en el mejor de sus sentidos y requiere por tanto tiempo. Hace falta paciencia y no cejar en el intento.
5. Apertura y aprendizaje, debido al carácter dinámico de la sociedad que conduce a una permanente revisión de las formas de hacer. Hoy lo llamaríamos «beta permanente». Esto incluye un talante abierto incluso al capitalismo para mantener con él una tensión dialéctica de denuncia, de coexistencia pero también de superación.
6. Sencillez, entendiendo por ejemplo toda la aportación de las cooperativas como una simple experiencia, vinculada en lo concreto a unas circunstancias sociales e históricas que le dan sentido y obligan a ponerse manos a la obra.
7. Confianza, en tanto convencimiento íntimo de que es posible y de que, además, merece la pena.

Estas actitudes son cimientos, luego la forma que la realidad ha ido modificándose con el paso de los años dirá hasta qué punto siguen siendo definitorias estas actitudes de lo que hoy son las cooperativas de MONDRAGON. El pensamiento de Arizmendiarrieta se recogió en diversos documentos pero según parece destacó más en él la fuerza de la acción. Nos hace recordar en cierto modo un pensamiento que se atribuye a Yukio Mishima, el controvertido escritor japonés: «la persona que sabe y no actúa es como si no supiera«. Pues bien, parece que Arizamendiarrieta estaba, sí o sí, comprometido con la acción.

A través de Euskomedia.org tienes disponible mucho material: publicaciones diversas, escritos, archivos y fotografías. En particular, algunas referencias útiles para comprender el pensamiento de Arizmendiarrieta:

• Arizmendiarrieta, J. M. (Azurmendi, J. & Otalora) (1999). Pensamientos. Azatza [Aretxabaleta]: Otalora. Disponible en PDF.
• Azurmendi, J. (1984). El hombre cooperativo: pensamiento de Arizmendiarrieta. Caja Laboral Popular, Lan Kide Aurrezkia. Disponible en PDF.
• Molina, F. (2005). José María Arizmendiarrieta (1915-1976): Biografía. Euskadiko Kutxa. Disponible en PDF.