El cooperativismo y la economía social y solidaria
Retomamos la actividad en este blog asociado al máster de economía social y empresa cooperativa. A partir de hoy y durante todo este curso 2016-2017 publicaremos semanalmente un post (a no ser que coincida con día festivo, como pasa la semana que viene). Nos repartimos el trabajo entre quienes andamos alrededor de él en trabajos de coordinación. Para comenzar, una reflexión que ya el año pasado tuvo lugar: el cooperativismo y su lugar dentro de la economía social y solidaria.
El caso es que recientemente, los días 10, 11 y 12 de noviembre, ha tenido lugar en Bilbao el II Congreso de Economía Social y Solidaria. El acento se ponía en la idea de transformar los modelos actuales por otros en los que este movimiento global de la ESS tuviera más protagonismo. Conscientes de que hay muchos frentes en los que trabajar, el congreso se estructuró en seis grandes ejes temáticos:
- Economía inclusiva y democrática
- La Economía será solidaria si es feminista
- Desbordando potencias y límites
- Bienes Comunes y ESS
- Agregación ciudadana y estructuras cooperativas
- Transiciones para una nueva economía en un mundo sostenible
Por parte de Lanki participó Igor Ortega con una ponencia en torno a los retos y dilemas de la economía social (a partir del cooperativismo de Mondragón). Esta charla se inscribía en el eje 3, del que queremos hacer mención en tanto que precisamente buscaba cómo superar limitaciones de diverso tipo para extender esta otra forma de hacer empresa y contribuir al progreso social en su más amplio sentido.
El objetivo central de este eje es identificar y explorar las oportunidades (capacidades, tendencias, coyunturas favorables…) y las barreras (miedos, tabús, ansiedades, estereotipos, rutinas, normativas, paradigmas imperantes…), tanto internas como externas, que posibilitan o dificultan dar ese salto. Trabajar en relación a las potencias y los límites de cada una de nosotras (personas, entidades, mercados específicos), de los colectivos y del contexto socioeconómico en que nos encontramos, para poder ponerlas en valor, superarlas o desbordarlas.
No cabe duda de que más allá de los planteamientos teóricos, el movimiento se demuestra andando. Y eso es lo que se pretendía desde este eje: avanzar tomando conciencia de los frenos y de los motores. Es preciso jugar con inteligencia en un tablero donde se vende mucho «social» por todas partes, donde no hay corporación multinacional que no presuma de su «memoria de sostenibilidad» y donde las operaciones de cosmética están a la orden del día para que se haga difícil distinguir la ficción de la realidad.
Un buen motivo, el de este congreso, para reflexionar sobre el lugar que ocupa el cooperativismo en este movimiento global de la economía social y solidaria. MONDRAGON enfrenta este reto desde una perspectiva compleja, atendiendo a su competitividad en mercados globalizados y que imponen ciertas reglas del juego y, al mismo tiempo, jugando la baza de una diferenciación que apuntale otra forma de hacer negocios, más allá de lo económico, social y sostenible.
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